La deglución consiste en el paso de los alimentos desde la boca al estómago como consecuencia de movimientos musculares de la faringe, del esófago y del cardias. En la deglución la lengua es el músculo propulsor del alimento.
En los niños con deglución atípica funcional es frecuente encontrar falta de sellado labial, lengua hipotónica en posición avanzada o interdental, respiración oral, torpeza a la hora de realizar los movimientos deglutorios y dificultades articulatorias.
Es una función que debe realizarse de forma mecánica y ordenada. Para que sea eficiente es necesario que exista un equilibrio en las características orofaciales del individuo. Y también se encuentra coordinada con la respiración.
Alteraciones, en la dentición, en la morfología maxilar o esquelética, factores de tipo genético, presencia de disglosias, por ejemplo, pueden afectar a dicha función hasta convertirlas en un proceso largo y costoso rodeado de patrones musculares compensatorios y poco efectivos.
Entre algunas de las causas que pueden determinar la presencia de la deglución atípica podemos citar:
En el proceso de deglución interviene:
En los niños con deglución atípica funcional es frecuente encontrar características comunes a nivel anatómico funcional, a nivel de deglución y a nivel de dificultades en el habla.
Es frecuente encontrar dificultades articulatorias. Las más habituales se centran en la correcta pronunciación de la /s/ o la /r/.