Es un deterioro del lenguaje a consecuencia de una lesión cerebral adquirida (lesiones de origen vascular, infecciones, tumores cerebrales, traumatismos) cuando la lesión ocurre después de la adquisión del más elemental lenguaje, es decir, después de la edad de 2 años. Es necesario diferenciarla de un retraso articulatorio o una simple inmadurez del lenguaje.